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HABITACION 203.
-¡Llegas tarde!
- … ¿A que viene esa cara? Sabias que me iba a retrasar.
- ¿Qué pasa…te has quedado en casa para comerte la cena, que te ha preparado tu dulce esposa?
-¡no empieces!-¡esto no tiene que ver con ella!-
-¿Entonces?-
-Tenia que hacer un par de cosas antes de venir- ¡solo eso!-
-Vaya…qué excusa tan familiar-¿ahora la usas conmigo?-
-¿se puede saber qué te ocurre?-hace unas horas no estabas así-
-¡Hace unas horas, no llevaba mas de una, esperándote- Además he estado pensando…-
-¿Y se puede saber en qué?-
-No se…dímelo tu-
-¡Ya estamos…-¿y qué se supone que tengo que decir?-
-¡Esto!...-llevamos un año juntos y aun seguimos viéndonos a escondidas en este hotel-
-Ya sabes lo qué pienso-
-¡Si, si...!-¡me lo has dicho mil veces, pero siguen pasando los días, y ya empiezo a estar harta de esta situación-
-No es tan fácil…-creo que tu vida no se parece en nada a la mía- no puedo abandonar, de pronto y así porque si, a Eva-
-¡Maldita sea Leo!-¿por qué siempre tienes que sacar a relucir tu patética vida de hombre casado con una esposa ideal, a la que le encanta pasar sus horas libres, planchándote tus calzoncillos!-
-¡No hables así de Eva…!-¡no te lo consiento!-
-¿El qué no me consientes, Leo…?-¿Qué te recuerde lo ridículo que pareces fingiendo que en tu matrimonio no ocurre nada fuera de lo normal?-
-¡No me hagas hablar Mónica…!-
-¡Coño…y tu que tienes que reprocharme! ¡No te calles… habla!-
-Prefiero dejarlo pasar!
-¡No!- ¡si tienes algo que decirme…hazlo ya!-
(Un silencio…Leo se acerca al minibar que hay junto a la cama y saca una pequeña botella de wiscky. Se levanta y no espera a echárselo en un vaso…se lo bebe de golpe).
-Mira Mónica…- se que esto que te voy a contar te va a parecer extraño, pero…-
-¿Pero?-¡…cuanto tiempo llevas pensando el sermón, que me vas a soltar!-
-¿Cómo?-
-¡Vamos hombre…!- no creo que haya sido un pensamiento repentino…lo habrás estado meditando desde hace un tiempo, ¿no?-
-Pero…-
-¡Pero nada!- …mira por donde, no pienso darte el gustazo de que me sueltes lo que te lleva comiendo por dentro, tanto tiempo - ¡Me voy!-
- ¿A dónde?-
-¡Donde no me cruce contigo!-
-¡Hagamos el amor!-
-¡Qué…! ¡Pero qué dices!-
-Acostémonos… ¡ahora!-
¡Tu no estas bien de la cabeza…!-
-Ahí te doy la razón…creo que la voy perdiendo por momentos-
(De nuevo otro silencio…Ahora es ella, quien se bebe de un solo trago, otro de los botellines del minibar).
-Esta bien…desabróchame el vestido, yo sola no llego a la parte de atrás-
-Pero…-
-¡Que pasa...! ¿Ahora no te apetece?-
-¡No, no…!-no es eso-
-Entonces…-¿Qué demonios te ocurre?-
-Eres tú-
-¿Cómo…? ¿Ya no te gusto?-
-Si, mucho…pero esto así… -¡no!-
-¿Así no?-pero si has sido tu quien me lo ha pedido-
--Mónica…-
-¡Otra vez…! ¿Y esa manía que te ha entrado de llamarme por mi nombre?-
-No es ninguna manía…es tu nombre ¿no?
-Si pero nunca me has llamado por el-
-Es una tontería discutir por como debería llamarte-
-¿También has estado un tiempo pensando en esto?-
-¿En que?-
-En llamarme Mónica desde ahora en adelante-
-¡Por Dios Mónica…!-
- ¡Ya veo que si!-¿quieres que te diga una cosa…?-
(De pronto él se gira mirando hacia la calle desde la ventana, evitando la mirada desafiante de ella. Aun así…nota como los ojos de ella se le están clavando en la nuca).
-¡Eres un cobarde…un mal criado y un caprichoso de mierda!- ¡mi marido es mas hombre que tu!- ¡Será un cornudo y un borracho que bebe por no ver como se hunde entre la basura, mientras su mujer se esta acostando con su mejor amigo…-¡ pero aun así, tiene mas agallas que tú!-
(Entonces, el se vuelve hacia ella sin despegar la vista del suelo)
-¿has acabado ya?-
(Esta vez el incomodo y pesado silencio es interrumpido por el timbre del teléfono).
-¿Si?-…Es para ti, Leo-
(El se acerca lentamente y coge el auricular de entre las manos de ella. Y volviéndose de espaldas frente a la pared…)
-De acuerdo, que suba-
-¿Esperamos a alguien?-
-Creo que si-
-¿Y se puede saber a quién?-
-Se paciente…ya veras-solo espero que quien venga me ayude a darte la explicación que te debo-
-¿Qué explicación?-¡Tanta incertidumbre me esta poniendo de los nervios!-
(Entonces ella, rebusca y saca del interior de su bolso un pitillo).
-¿Tienes fuego?-
-¡Desde cuando fumas!-
-Desde que me he enterado que mi marido tiene una amante-
-¿Una amante? ¿Edgar tiene una amante…?- eso no me lo habías contado- já, já…tiene gracia la cosa-
-¿Él que te hace tanta gracia?-
-Pues eso…no me imagino a tú fiel y remilgado Edgar, con otra-
-¿Y se puede saber por qué?-
-¡Oh Mónica…vamos!- pero si el pobre apenas dispone de tiempo, después de pasarse las horas pegando en ese inútil block de coleccionistas, los recortables del periódico-
-¡Eso no ha tenido ninguna gracia!-¡a mi marido le dará por los recortables…pero al menos no se va acostando con las mujeres de sus mejores amigos!-
-Dejémoslo…-
-Ah claro… ¿cuando se trata de ti, quieres dejarlo?-
(Mas silencio…).
-¡Dios mió…la visita se esta retrasando demasiado!-
-Ah si…de ello quiero hablarte antes de que llegue-
(Ella, después de un buen rato deambulando por la suit, decide sentarse al borde de la cama)
-¡Oh mierda!- Se me ha vuelto a enganchar la media-en cuanto regrese a casa le pediré a Edgar que quite ese dichoso clavo, que sobre sale del marco de la puerta del jardín-
-Es curioso…-
-¿El qué?-
-Que estés pensando en un clavo, que Edgar tiene que quitar, en vez de preguntarte a quien le estará metiendo el suyo-
-¡Eres un autentico gilipollas! ¿Lo sabias?-
-¿Es que a caso no te importa, que tenga una amante?-
-¿A caso le importa a tu dulce esposa?-
-No se lo he preguntado-
-Me apuesto que le es indiferente-
-¿Por qué dices eso?-
-Leo…-
-¿si?-
-¿Te sigues acostando con tu mujer?-
-¿A qué viene esa pregunta? ¿Te acuestas tu con Edgar?-
-mmm…-
-¡Cállate…no quiero saberlo!-
-¿te pones celoso?- Es mi marido- ¿qué clase de esposa seria yo, si no me acostase con el?-
-¡He dicho que te calles!-
-…Además, lo encuentro excitante…-¿me vas a negar, que tu no lo haces con Eva?-
(Él, dirigiéndose hacia ella, le coge bruscamente por los brazos y le grita:)
-¡llevo sin tocar a mi mujer desde hace un año!-
(De pronto…alguien al otro lado de la puerta de entrada, golpea dos veces)
-¿No piensas abrir?-quien sabe…a lo mejor es tu mujer, que te trae muda nueva…-
-Eres…-
(Este, sin acabar de decir la frase, le suelta y se dirige ágil, hacia la entrada. Segundos antes de abrir se coloca la corbata. Ella, no ve con claridad de quien se trata, pero a penas puede oír que ambos, mantienen una breve conversación).
-¿Qué ocurre…?-¿Quién era?-
(Él, con el rostro totalmente desencajado, entra de nuevo en la estancia, cargando entre sus manos, un enorme ramo de rosas…La cara de ella, cambia por completo).
-¿Son para mí?-
- Si…pero, ¿de que sirven, ahora que me has contado lo tuyo con tu marido?-las había encargado como regalo por nuestro primer año juntos. Pero ya no vale la pena, nada de esto vale la pena… ¡lo has fastidiado todo!-
(Ella, algo abatida por lo ocurrido, recoge el ramo, que él había dejado caer sobre la cama, y se esconde tras de si, oliendo cada una de las flores).
-Leo…no se qué decir-
-…Ya esta todo dicho, Mónica…no hace falta que digas mas-
-Pero…-
-Le había contado a Eva lo nuestro-había dado ese gran paso que llevas pidiéndome durante tanto tiempo-y ahora…-
-¿Ahora qué…a que te refieres?-
-¡Joder Mónica, te sigues acostando con Edgar!-¡solo de pensarlo me dan nauseas!-
-¡Es mi marido…debes entenderlo!-antes de que tu y yo tuviéramos nada, ya lo hacia!-
(El, se cubre la cara con sus manos y durante unos inquietantes segundos se mantiene callado sin decir palabra)
-¡Dime algo, Leo!-
-¡Por Dios bendito, que he estado haciendo todo este tiempo…lo tenia todo, para ser un hombre feliz, y lo he echado a perder!-
-¿De qué estas hablando?-¡te has vuelto loco!-
-¡Nunca debí dejar que nada de esto ocurriera…ahora mi mujer se ha marchado con mis hijos…-
-¿Cómo…a que viene esta actitud, Leo? ¡Me estas asustando!-
-Ayer por Reyes…le dije a toda mi familia que les dejaba, que me iba de casa-
-¡Pero se puede saber que te pasa!-¡quieres parar de decir esas cosas!-
(El se levanta y de nuevo se acerca a ella)
-¡Lo he perdido todo…todo gracias a ti!- ¡Mónica Hazte un favor y vuelve con Edgar…!-
(De repente un sonoro guantazo, cruza la cara de Leo. Mónica, tira el ramo al suelo y sale velozmente por la puerta, clavando sus afilados tacones sobre la madera. Él permanece inmóvil durante los instantes en los que puede oír como ella se aleja bajando por las escaleras. Quiere estar seguro de que ha desaparecido.
De nuevo, suena el teléfono. Desde recepción le avisan que esta subiendo su segunda visita. Después de unos minutos de tensa espera, irrumpe en la habitación un hombre corpulento y muy bien vestido. Leo ni si quiera se molesta en averiguar de quien se trata. Sabe perfectamente quien es…)
-Buen trabajo…mi querido amigo-Aquí te dejo lo que acordamos, 26.000 libras…la cantidad prometida-Y ahora si aprecias un tanto tu asquerosa vida… mas te vale no acercarte a ella.
os invito a conocer a un grupo que me pone la carne de gallinica, sobre todo cuando los escucho con los cascos, y de camino al cole, mi vida parece un video musical.
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